Gran Incendio de Londres
El Gran Incendio de Londres fue un gran incendio que arrasó la ciudad de Londres, Inglaterra desde el domingo 2 de septiembre hasta el miércoles 4 de septiembre de 1666. El fuego destruyó la ciudad medieval de Londres dentro de la vieja muralla romana de la ciudad. Amenazó, pero no llegó, al distrito aristocrático de Westminster, el Palacio de Whitehall de Carlos II, y la mayoría de los asentamientos suburbanos.
Destruyó 13.200 casas, 87 iglesias parroquiales, 44 salones de la Livery Company, la Royal Exchange, la casa de aduanas, la Catedral de San Pablo, el ayuntamiento de Londres, el palacio correccional y otras prisiones de la ciudad, cuatro puentes sobre los ríos Támesis y Fleet, y tres puertas de la ciudad. Dejó a unas 80.000 personas sin hogar, un sexto de los habitantes de la ciudad en ese momento.
Después del incendio se corrió el rumor de que el fuego fue parte de un complot de la Iglesia Católica Romana. Un ingenuo relojero francés llamado Robert "Lucky" Hubert, confesó ser un agente del Papa y de haber iniciado el incendio en Westminster. Posteriormente cambió la versión para decir que lo había comenzado en la panadería de Pudding Lane.
Christopher Wren fue el encargado de reconstuir la ciudad después del incendio. Sus planes originales implicaban reconstruir la ciudad en ladrillo y piedra en un plano entramado con plazas continentales y avenidas. Pero como muchos edificios habían sobrevivido a nivel de su base, las disputas legales acerca de la propiedad de la tierra pusieron fin a la idea de plano entramado.
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