Lluvia artificial
El suizo Jérôm Kasparian y su equipo de físicos de la Universidad de Ginebra indujeron en su laboratorio la formación de nubes para después provocar la caída de gotas de lluvia al emitir pulsos breves de luz láser infrarroja en una cámara de aire con agua saturada a -24ºC.
El láser generó nubes por extracción de electrones de los átomos en el aire, que favorecen la formación de radicales de hidroxilo. Estos convierten los dióxidos de sulfuro y nitrógeno que se encuentran en el aire en partículas que actúan como semillas para cultivar las gotas de agua, explicó el científico.
En una segunda fase, el experimento fue probado en el exterior, disparando el láser hacia el cielo de Berlín en distintas noches con diferentes condiciones atmosféricas. Los científicos pudieron comprobar que las gotas de lluvia estaban formándose, aunque no observaron directamente la formación de nubes.
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